El Egipcio (inédito)


Este Escriba-Sentado, silencioso, hechura de obsidiana y lapislázuli, con sus piernas cruzadas ritualmente, escribe en su demótico profundo los acontecimientos de su Amor, de su Dolor talla tallando primorosamente los dolidos aconteceres de su Cuerpo y de su Alma. Este Escriba-Sentado,/ esta vez escribe para/ Sí. Ha huido brevemente/ a un jardincillo conocido,/ lejos del Faraón. De los ojos duros/ y divinos del Faraón ha escapado unos/ minutos, junto a las flores/ de Palacio. Mariposas lo tocan en/ sus sienes, en su cabeza bullidosa./ ¿Quién vendrá a visitarlo?/ ¿Quiénes se allegarán a/ sorprenderlo en su/ demótico profundo.../ ¡Silencio!/ El Escriba-Sentado es Orotep, el/ poeta



 

 esta caja amarilla


desde lo repugnoso del desvelo desde lo colorado de la
         sien desde los ábrete porque estoy vivo ay vidalita
desde la guitarra embichada desde el engreimiento del
         cielo desde las chaquiras que puse en tus muslos ay
vidalita desde las mesnadas del llanto desde las ínfulas
         de lo que es como piedra desde la embustera porfía
desde el abrepuño amarillo ay vidalita desde lo venenoso
        del bochorno contra el corazón cabal desde el boato
de la cizaña desde lo contra el cuerpo y contra el alma
        ay vidalita desde el racimo del vaso infausto desde
el espejillo donde tus ojos me comen desde la última vi-
        sitación desde lo tremebundo de este estar ay vida-
lita
desde la musa extraviada desde el tordillo platea-
        do que perdió la querencia desde los soles que me
hieren porque soy más de las lunas ay vidalita desde la
        sexta que está en un hilo desde esta vihuelada que
en el final es bermellón ay vidalita desde la codicia
        del chupasangre desde el santiamén del olvido des-
de la sombra caudalosa desde no sé que, escalofrío y en
        el disturbio de los ojos
                                         ay vidalita


 


 

Tan huesolita que te ibas

tan envidiada de qué sombras la tierra ardía huesolita
la siesta ardía melodiosa tan como ibas tu sonrisa era
una piedra arrobadora y era otra piedra mi costilla
dulcequeamarga solasola cuajada de alta pedrería eran
tus voces tan palomas eran tus manos piedras finas
guitarra tan azuladiosa eras la piedra que acaricia piedra
te ibas quién te roba última brisa de la brisa o
flauta mía o leja y rota tan huesolita que te ibas tan
de la gracia mucha y poca si cuando vuelvas ves mis
días oh piedra llena llaga

             hermosa!

 


 

                                V

              Te regalé unas cuentas indias

y había un color de aroma hereje tan sobre mi caía el
cielo amarilleaba su piel verde yo sé que labro joya
oscura sólo por vos que me la entiendes porque a vos
te hablo en esta piedra enrumorada de caldenes quién
sino vos me la naciste y en quién sin vos ella se mece
te di en la tierra qué colores sonorositos magamente
remotas gemas de collares ascuas de piedras de otras
gentes besos de piedras recobradas entre tus manos
vieja fiebre alegría vieja o amoríos de aquella aquel que
están sin frente te regalé gualicheríos piedras de dulces

              redondeles

                      de Elegías de la piedra que canta, 1969


 

4

y crecía la hornalla hosca
en aquel pueblo de hornos pérfidos
eran mayas eran aztecas
eran quichés de estuco y lágrima?
eran teocallis bermellones
o pirámides de tierra terca?
eran hombres de barro fresco
recién hacidos por el gran padre?
eran esclavos colorados
o eran grietosos cuasi hombres?
pero crecían las hornallas
trabajosamente crecían
empinábanse con dolores
para que cuajaran panes panes
eran palacios de gentes torvas
o con máscaras de barro impuro?
con inocentes mascarillas
gentes que siempre comerán barro?
crecía la hornalla cumplíase
entre colorinches y desvelos

 


 

17

y anduve solo y no era la luz
fuíme por duros corredores
por los pasillos pesaroso
y saquéme un papel azafrán
con un saludo de tez granate
“he aquí que llégueme a verte
juancarlos estuvo en esta torre”
y fuíme solo y no era la luz
por los pasillos musitantes
atrás dejé los corredores
negros y más que hechos con cuervos
quedóse el papel inclinado
esperando tus ojos de mora
y como un ciego fui con las manos
interrogando a las paredes
buscando la puerta brillante
los tragaluces del castillo
el aire que andaba en el mundo
“juancarlos estuvo en este cuarzo”
fuíme solo y no era la luz

de Unca bermeja (1973), 1984

 


 

Quetral 4

Quetral del salamanquero,
del indio rico Antipán,
de aquel Jesús Calluhueque
borracho en la soledad…

“Los brujos dan sus poderes,
le piden prendas al hombre:
tuve que darles mi matra
bordada con arreboles.”

Quetral del brujo piedroso,
de aquella pipa de piedra,
o del matuasto tejido
por el señor-de-las-sierras…



II

“Y yo les di mi cuchillo
de fino cabo de plata…,
y al poco tiempo murió
mi amor sin besar mi almohada.”

Quetral del pardo mortero,
del raspador transparente,
lengua filosa, luz lanza,
tajo nomás, llaga siempre…

Salamanquero yo fui,
y era Juan Paulo Durazno,
Honorio Manquepillán,
el Nicolás Antenao.

…víbora de colores terribles…,
onduloso chasquido
bajo el abuelo Sol, el Gran Cabeza de Oro…
Sangrecita casi flauta,
torturada, torturada…
Apágame ya
este canto…
Ay, víbora,
tu silbo
rojo.


                   de Quetrales. Cantos del añorante (1967), 1991

 


 

Sexta Palabra

Qué convulsión del cielo me amenaza
en lo creencial del mundo que me enluja
con los errantes velos de la bruja
que ayer quemé, cuya ánima me abrasa
de septentrión a meridión? Me arrasa
el corazón, las testes, si me estruja.

 


 

Cuadragésima Primera Palabra

pasa bustriazo el viejo con el joven
bustriazo azul de serle el sentimiento
la flor la luz el agua en el momento
de la enjutez del vago pensamiento
la sangre infiel bustriazo el viejo el joven
en paz en pos de su destino el reto
de su vivir bustriazo el viejo el joven
cristal de roca ya cuarzo coleto
tan pedernal de sí el viejo el joven
bustriazo va le brilla el esqueleto



               Ruta 5 y “San Cayetano”.
               Domingo de Resurrección)

 


 

Cuadragésima Tercera Palabra

Adónde vas, poeta nochernícola,
de austera sal, de halo melancólico?
Y el primo amor, o bien, el tu penúltimo?
Y el vaso azul? Erótico y arqueólogo
te sientes bien, mi vate, muy católico?
Eres o no el juglar, el archimítico,
el hacedor maniático, elegíaco
de tu canción? O estrilas de neurótico
talante, o vas de túnica, de báculo
por la vastura de la noche eólica?
Ay semoviente, austral humano mágico,
nómade Juan, desnudo en lo fonético?

                 (Ruta 5, divagando bajo el
                  pánfilo viento)


                           de Libro del Ghenpín (1977), 2004

 


 

balada arcaica

ya te vas vegetal tornasolada no me prendas la flor del exterminio fulgimiento del agua de los ojos no me prendas la flor del exterminio hinchamiento del cielo qué potencias no me prendas la flor del exterminio qué hinchadura del mundo taza turbia no me prendas la flor del exterminio con el hijo salido de tu entraña no me prendas la flor del exterminio con el ala punteada de tu ángel no me prendas la flor del exterminio con arcillas que vuelan soberanas no me prendas la flor del exterminio en olor de adiós que me espeluza no me prendas la flor del exterminio con tu boca antañera tras tu boca no me prendas la flor del exterminio en amor de tu sombra sonadora no me prendas la flor del exterminio!

                 27 y 28
                 para vos, dueña de los ponientes.

                                 de Canción rupestre, 1972, inédito

 


 

el intenso dice

un adiós el intenso dice una sombra mi amor aterciopelada palaciega en esta tarde regocijante y tristonosa las gentes se ponen máscaras oh no mi amor se sacan los rostros se arrancan infantilizados la identidad remota y saltan saltan y no son langostas siquier y tristemente remedan al ancestral sagrado qué estoy diciendo mi amor yo celebrante rojo celebrante amarillo y negro y azul huelo a collón a piedra pintada a sien quemada huelo a corazón ahumado huelo a rodillas blanconas a canillas bermejas mi amor dios quiera que no pienses como yo en esta tarde que huele a tambores colorados a bajo vientre castaño a tobillos simplones a talón pintarrajo mientras la soledad los va comiendo y chilla



              (t. 23, 24)
               a ch.


                                 de Caja amarilla, 1973-1974, inédito

 


 

DATOS DEL AUTOR

Juan Carlos Bustriazo Ortiz (Santa Rosa, La Pampa, 1929). Autodidacta. Su actividad de radiotelegrafista lo llevó a recorrer y conocer la mayor parte del Territorio de la Pampa Central. Durante muchos años fue corrector y linotipista del diario La Arena. Animador cultural de varios boliches y peñas de la ciudad de Santa Rosa. Varios de us poemas han sido musicalizados por los músicos pampeanos. Su obra fue declarada de interés provincial. La profesora Teresa Girbal lo incluye en el texto de investigación Estudios de Literatura Pampeana (1974), 1981. Ha sido publicado en las revistas Bardo; La Danza del Ratón; Alguien llama. Carpeta de poesía argentina; Diario de Poesía; Patagonia/Poesía; Museo Salvaje; Alter Ego; y en los suplementos “Confines” (diario El Patagónico, Comodoro Rivadavia, Chubut) y “Caldenia” (diario La Arena, Santa Rosa, La Pampa). Aguarda su edición la antología Herejía bermeja, preparada por el poeta Cristian Aliaga. Hoy vive ─o sobrevive gracias a una pensión que le otorgara el gobierno de la Provincia de La Pampa─ en una humilde casa de barrio y bajo el atento cuidado de su señora esposa Lidia Hernández.

 

OBRA COMPLETA: Canto Quetral

Editada:

§ Elegías de la piedra que canta 1969
§ Aura del estilo 1970
§ Unca bermeja 1984
§ Poemas Puelches; Quetrales. Cantos del añorante 1991
§ Libro del Ghenpín 1977

Inédita:

§ Huellas de la pampa honda 1954-1959
§ Aires de cobre y sal 1954-1963
§ Zambas del Piedra Juan 1954-1963
§ Últimas zambas del Piedra Juan 1960-1964
§ Canciones del campamento 1960
§ Chalileras 1961-1962
§ Puelchanas 1961-1962
§ Llantos del salitral 1962
§ Viento de la Milonga 1961-1964
§ Nuevos estilos 1965-1966
§ Tercer libro de estilos 1967
§ Estilos salidos de madre 1967-1968
§ Estilos de Juan Salado, con un poema de piedra negra 1968
§ Papeles de piedra azul 1968
§ Cantos Nerecos 1968
§ Agua enjuta, guitarra… 1969
§ Sien socarrada 1969
§ Cartas desde la piedra 1969
§ Segundo libro de cartas 1969
§ Tercer libro de cartas 1969
§ Últimas Cartas 1969
§ Y tu ángel y el estruendo… 1969-1970
§ Costilla de azucena 1970
§ Las yescas, canciones del enterrado 1970-1971
§ Cantar del ánima y canción de enjuto 1971
§ Cantos de malhayadas o canción de Juan Carlos 1971
§ Segunda canción 1971
§ Solo de agua 1971
§ Punteo violeta; tal vez Cantar de calamanquero, también Temple del diablo o Cuasi tercera canción de Juanllanca, y mismamente Vihuela, Endechas cinco libros en uno,1972
§ Los dibujos 1972
§ Las pinturas 1972
§ Canción rupestre 1972
§ Los decimientos 1972-1973
§ Caja amarilla 1973-1974
§ Palabra colorada 1974-1975
§ Cárdena la raíz 1974-1975
§ Libro sangrado 1975
§ Cofre de cuarzo 1975
§ Obsidiana 1976
§ El Olor del Ópalo 1976
§ Poemas parientales 1976-1977
§ Alcatufé - Topasaire - Sol azul - Pedernal - Piedra de oro cinco libros en uno, 1977-1983
§ El cantor del anillo de plata 1983
§ Piedra cocida 1983-1984
§ Canto escarlata 1984
§ Rëni Tafü 1984
§ Cóndor verde 1984
§ Tigre del sol 1984
§ Hoja sepia 1984
§ Boca del bohemio 1984
§ Ciclo lila 1984
§ Las trovas del linyera 1985
§ Rasguido de la peñola 1985
§ Juglar herido 1985
§ La caja de la bruja 1986
§ Madreselva 1986
§ Pájaro tío 1986-1987
§ Libro de las cuartetas y unas derrotas 1986-1897
§ Texto autónomo sobre el Cometa Halley 1986-1987
§ Libro de cortezas del flamenco Bustriz 1989
§ Los neotangos de charol 1989-90

Datos biográficos obtenidos del sitio en Internet:
http://desdeelaula.blogspot.com/2005/07/un-gran-poeta-argentino-que-pocos.html