Tu ausencia anocheció mi mirada,
mira ausente tu sombra entre los sonidos,
cruza con el aire y se detiene en mi ventana
golpeo mi cabeza inclinada en el sueño.
La luna camina sobre mi cabeza
en la luz de la luna mi alma espera,
espera tu ausencia, transparencia de mis sueños
y arde mi piel con el aire de tu abrazo ausente.
Nanci Sánchez
Noche clara del verano
donde reposa oculta tus besos
y veo el fuego en tus ojos.
Dichosa luz que retiene sin olvido
remonta el viento las nubes
donde se acumulan mis días,
y veo el brillo de tu rostro fugaz
que perdura en la luz de mis sueños
yo se que vendrás con el amanecer
antes que la noche huya
las nubes bajaran a mi ventana
te veré y volveré a los ocultos besos
que guardó el tiempo.
Nanci Sánchez
La nueva identidad
El cartonero camina
con su motor sin vapor
su sangre son los caballos
alimentados a flor.
Pal' amor muy licoroso
embolichados en son
son de tango, son de vida
son del tango y del carton.
Busca busca en la basura
busca algo que no está
es el hombre que no encuentra
es lo viejo y nacional.
Cartonero caminante
que caminas mi ciudad
la recorres por las noches
buscando tu libertad.
Tus hijos son en la vida
un sueño que alimentar
alimento de los pobres.
flores, sueños y a luchar.
Todos somos cartoneros
recorriendo la ciudad
todos somos caminantes
buscando la identidad.
Daniel Rotelle
Lo oculto
Los torturas de mi espalda
los gemidos de mis fosas
el insomnio y las pesadillas,
todo,
todo lleva tu nombre y tu figura,
lo del amar
y lo del sufrir se unen en tus labios.
El apego a lo tortuoso me supera
las horas consumen las verdades
y los vientos entienden los sutiles movimientos de mi andar.
En el camino a tus manos
despedacé mi respirar.
Guerrero, Melanco
Aún tengo la mirada cómplice del milagro
Aún tengo la mirada cómplice del milagro
donde a pesar del precio del dolor
ruedan estrellas
donde el hombre puede pasar todavía
como un jinete blanco
y salvar su cuento de la voraz
tormenta. Pero debe asociarse
nuevamente al beso puro
de la naturaleza, al
puerto mágico del libro
y detenerse para encontrar a Dios.
Dejar su paso acelerado sobre las
partidas cartas del otoño y jugar
de vez en cuando, un pase de
amor a sus monedas.
Guerrero, Melanco
Ángeles
"La patria es un dolor que aún no tiene bautismo"
Leopoldo Marechal
Cada ciudad tiene su ángel custodio
el nuestro viste jirones de memoria
y un traje grisplata salpicado de sangre
Cada ciudad tiene recovecos de lujuria
y fiestas de borrachos taciturnos.
Afuera los hombres de bolsillos vacíos
recorren lo posible
han perdido el orgullo de la espera
extraviaron la búsqueda
¡Qué jodidos que estamos!
Por arriba los dioses
señalan con el dedo
al ángel que esa noche le tocará su turno.
Yo propongo Leopoldo
un enroque feliz
en la batalla celeste.
Miles de ángeles despedidos
cesanteados de la vida
yo propongo
abandonen la fatigosa
espera de vereda en vereda
y se lancen al ruedo
Sin claudicaciones ni complacencias
exijan, reclamen y rechiflen
abucheen, pateen, griten, alboroten,
sustenten, aboguen, defiendan, impugnen
con furiosa impaciencia.
Miles de ángeles desueñados
perdidos en la oscuridad
yo propongo
abandonen la maltrecha vigilia
y se lancen al sueño
a recobrar la vida venidera
las alucinaciones necesarias
para creer, confiar e imaginar.
Sin miedos ni ataduras.
trastoquen, alteren, desacaten, peleen
desordenen, agiten, inquieten, disloquen
con furiosa impaciencia.
Miles de ángeles inquilinos
forasteros del pan
sin país que los guarde
yo propongo
abandonen su exilio forzado
y se lancen a construir
la casa nuestra
puertas adentro de la patria.
Sin claudicaciones ni complacencias
expropien, rechacen, deporten, escupan
expulsen, liberen, repudien, arrojen
a los ladrones del presente
con furiosa impaciencia
Yo te digo Leopoldo
la pelea de los argentinos será larga
la batalla celeste
necesita de dioses cotidianos
que de una vez por todas
no se resignen a quedar afuera
rechazando la esclavitud
y se la jueguen
para nacer al sueño.
Que nuestros ángeles vernáculos
cambien su faz rosada
por la bravura y el combate
arrojando adoquines.
con furiosa impaciencia.
y se la jueguen
señalando a Caín.
Será el tiempo
en que descubran el orgullo
y peleen
cambiando su dudosa mojigatería
por millones de piedras y blasfemias
que darán en el blanco
Ese día, Leopoldo
la patria recibirá
el bautismo merecido.
El enroque feliz
de la batalla celeste.
Silvia Maezo
septiembre 2001
El Mar
El mar, insondable y majestuoso,
Coronado de blancos penachos
Que besan las ardientes
Y doradas arenas de la playa,
Con caricias suaves,
Egoístas, prometedoras.
El cielo, hermosamente misterioso.
Siempre tan cerca
Y siempre tan lejos.
Y el sol grande,
Tan grande como siempre,
Rompiendo la armonía del azul.
Al cual no puedo mirar
Y sólo percibo en mi piel.
Mis pies desnudos
Corren hacia los médanos del tiempo
Buscando la frescura de los recuerdos,
La dulzura de un beso perdido
En los rincones del sentimiento.
Al extenderse mi cuerpo
Bajo las sombras del miedo
Se escucha en el aire
Un grito en silencio.
Y al apagarse el eco
De mi voz incolora
Sólo escucho del inmenso mar
El lamento.
Mis lágrimas se fundieron
En el mar inmenso,
Insondable, majestuoso.
Miré al cielo aterrada
Por su hermoso misterio.
Quise tomar el sol
Con mis manos
Y llevarlo a mi lado eternamente.
Pedí ayuda a los ángeles,
Quizás al infierno.
Nadie vino. Estaba sola.
Sola... con mi miedo.
Cristina Beatriz Monte
Poemas de "Amar es verter sudor y sangre":
VII
A este dio lo viví
para no mirar el cielo
por solo pensar en tí.
Para recordar tus besos.
Para encontrar tu mirada
en cada rincón del techo.
Para no creer en nada,
nada más que el amor nuestro.
Para sentirme tan sola,
fría, como en el infierno.
Para ser una amapola,
no roja, sino de yeso.
Para derramar en frases
Este dolor tan intenso.
A este día lo viví
para encontrarme en mis versos
y sólo leerte allí,
ya que no podemos vernos.
A la distancia: te amo,
sólo esta lluvia nos une.
Mírala por tu ventana
que se repite en la mía.
Y esta lluvia que yo veo
remeda la que te moja,
quiere ser la que estás viendo.
Como millones de gotas
que en mil charcos
se repiten, se estremecen,
se entremezclan, se agigantan:
este amor está lloviendo
a través de dos ventanas
que se unen, aun lejanas,
y que nos están uniendo.
Carmiña Cándido Daverio
Poemas de "Perfiles y Roles":
Volar:
Cuando observo un
paisaje parece que no pienso
y también cuando
fijo mi mirada en el cielo.
Los árboles me
invitan a dejar la vereda,
me mezclo entre las
ramas que el aire balancea,
entonces yo me
encuentro volando sin volar,
olvidada, tranquila,
me dedico a soñar.
Pero hay algo que
impide mi perfecta añoranza,
pues parece que
escucho, distantes, tus palabras.
Y tu voz me
perturba, procuro descubrirla;
como si hallar tu
voz te trajera a mi vida.
Carmiña Cándido Daverio
Poemas de "Perfiles y Roles":
Regreso:
Esta vez es
distinto.
Todavía no siento,
a pesar de la inquietud.
Es una inquietud
tranquila y llana.
Pero no siento aún.
No me di por
enterada.
Es como pretender
que no existe
esta posibilidad.
Después de veinte
años,
todavía no sé qué
será volver a verte.
Pero debe haber
algo en mis entrañas.
Un recuerdo, una
foto,
un paseo, un
regalo, un beso.
Debe haber algo
que me acerque a ti.
Una carta.
Siento una cosa
que quizás tenga algún significado.
Siento un ardor en
el estómago,
siento que no
tengo ganas de hablar.
Quizás sí ganas de
llorar.
Todo este tiempo
de extrañarte
está explotando
y hoy, cuando te
abrace,
se convertirá en
un beso y en llanto.
Carmiña Cándido Daverio
Poema para el Abogado archivado
y para la recua que no se adecua
DICTAMEN DE UN FISCAL SOBRE
UNA EXPERIENCIA ARTISTICA
Fotografiar gente
desnuda en la calle
no es un delito
Archivarían la denuncia contra Aníbal Ibarra
por autorizar la toma de fotos
de 400 personas desnudas
frente al Obelisco
(Clarín, jueves 9 de mayo de 2002)
Pobre higuito papel mojado
nuececita seráfica medieval
querubín tragicómico del cajón
jinete del expediente
y de la punta del pistolón
mirá la calle desnuda
mirá cómo canta la marea
de los cerebros sin ropajes
libidinosos y acostados
boca arriba
boca abajo
de costado
Mirá las partes pudendas
de esta hermosa madrugada
mirá el culo rapsódico
de un fotógrafo sinfónico
¡ Subite al falo de Buenos Aires
y mirá bien otros horizontes
desde tu obelisco de Olifantes !
mirá los pechos turgentes
sonrientes
y rientes
Mirálos cómo se dejan
santo varón de los velones
hijito de la corrida arcangelical
de la basílica arisca
basilisca
arenisca
y misilística
completamente mezclados
mirálos sobre el asfalto
gozar cuando sale el sol
boca abajo
boca arriba
del otro costado
hombres con hombres
mujeres con mujeres
parejas de distinto seso
mirá cómo los órganos
bamboleantes colgantes batientes
flamean y copulan
fláccidos o erectos
sonrientes
y rientes
irrespetuosos
desprejuiciados
(miralos bien y acostumbráte)
desnudos y empecinados
le cantan a la vida
bebida de madrugada
violada a vellón partida
partida a los culatazos
por las nuececitas podridas
El árbol ha sido plantado
sin permiso del Virrey...
(Canto popular hispano)
Maldonado, Edgardo
La che tev
Late late la tevé amansa y cicatriza
esta vestal del hastío bestia de un ojo solo
la costra rota de participantes
los almohadones remotos de televidentes
destella y regala la gran hermana abrepuertas:
a las tetitas bañadas en chocolate
a los testículos exhaustos de lunes
a las arrugas de luto perpetuo
a las señoras y señores envasados al vacío
a los vecinos indignados de Floresta
a los niñitos premoldeados en plásticos no tóxicos
a los gladiadores de las tardes de fútbol
la ven sin mirar la oyen sin escuchar la estiran
la muerden culoapoltronados desde la cuna
la chupan telecabizbajos en comederos alicaídos
lija pule raja corta pica bate lícua limpia sin dolor
masa farola fría la tevé que devórate sin mirar pero
te rayamastica te envuelvedeglute te devuelveructa
digerido para vomitar divertitorcido a las veintidós
late late la tevé epiléptica atlética desnudez
canturrialegra y salvaguarda el látex de la tevé
retumba rebate refuta rebrota recluta repite recicla remienda la tevé
remiendos de miedos mudos ofertas delasemana
anima y fascina y soba y copa y mata la Médéa mediática
que a la inerme masa mora de barracas convoca para:
animarla como animales
fascinarla como facinerosa
sobarla como la sorbona
coparla como las coperas
matarla como a los libros
(en el turno de mitras gordas cautivadoras
sedado fuma el lenguajeadulto de cautivar:
¡qué estilo de sedar la casta de castañear!)
salta llora vende ruge chilla puja hurga ronca conmemora
grita cuece calla turba viaja pide canta brilla escupe
con putivocecita de melazalaxa te llamayá para nada
Maldonado, Edgardo
Mujeres Secuoyas
I.
Otra vez. Otra vez la secta de Caín
fondea sus naves negras
En aguas de dolor y de tragedia
llegan y se cargan legiones de mujeres
Otra vez las entrañas del odio tenaz
esparcen venenos y conjuros
para asesinar a sus hermanas
para masacrar con precisión a las
amazonas de batallas cotidianas
Una y otra vez las acechan
y les escriben muertes turbulentas
Son las Evas que ves pasar a tu lado
mujeres sonrientes
mujeres de los retratos
mujeres con sentido común
mujeres con licencia de conducir
mujeres de vida licenciosa
mujeres solitarias
mujeres de rostros negros
mujeres de rostros blancos
mujeres con blancos delantales
mujeres morenas
mujeres vecinas
mujeres blondas
mujeres acompañadas
mujeres de nadie
mujeres de todos
mujeres transparentes
mujeres amables
mujeres de vestido verde
mujeres maduras
mujeres sin compañía
mujeres pequeñas
mujeres de su hogar
mujeres de blanca identidad
mujeres de humilde condición
mujeres estudiantes
mujeres de su trabajo
mujeres oscuras
mujeres con magias
mujeres de pedestal
mujeres sin hilo de coser
mujeres de armas odiar
mujeres de amor armadas
II.
Los rostros son de mujeres
de mujeres de la memoria,
son los nombres del horror,
los nombres que gritan ahora
mujeres de suertes varias
mujeres de edad incierta
mujeres N.N.
mujeres sin trabajo
mujeres de corta edad
mujeres del norte
mujeres del sur
mujeres del oeste
mujeres de este barrio
mujeres del este
mujeres de otra ciudad
mujeres de labios finos
mujeres embarazadas
mujeres sin embarazarse
mujeres del hogar sin pan
mujeres de la vida
mujeres de la otra vida
mujeres niñas apenas
mujeres tiernas con muñecas
mujeres con niños
mujeres con esperanzas
mujeres soñadoras
mujeres con maridos
mujeres sin niños
mujeres con novios
mujeres con nombres de flores
mujeres que son flores
mujeres cargadas de nietos
mujeres de mujeres
III.
La crónica policial las nombra a veces
-el compendio de la sangre es infinito-
y el inventario del horror las desfigura
mujeres muertas de muerte violenta
mujeres violadas
mujeres descuartizadas
mujeres pisoteadas
mujeres ahogadas
mujeres apuñaladas
mujeres ahorcadas
mujeres golpeadas
mujeres arrancadas
mujeres ametralladas
mujeres atropelladas
mujeres lapidadas
mujeres quemadas como brujas
mujeres de muertes dudosas
mujeres de muertes borrosas
mujeres salvajemente olvidadas
mujeres de muertes impunes
mujeres de tristes muertes
(de muertes más tristes
que la muerte natural)
IV.
Por cada nombre que evoques
crecerá una secuoya firme
incesante y recta y altísima y serena
Y navegarán nueve lunas en el cielo
de esta catedral sonora de viento
dirán la liturgia eternas palomas
gigantes y blancas de voces tronadoras:
la doctora Cecilia Enriqueta Jubileo, porque denunció el comercio
de aquello que no puede venderse ni comprarse;
Jimena Hernández, crucificada y muerta en el ámbito parroquial;
la bailarina Liliana Tallarico; asesinada y archivada en arena;
María Soledad Morales, por atreverse a soñar sueños mundanos,
drogada, violada y abandonada y muerta
y vuelta a morir en cuna de tradición cristiana;
las chicas Verónica Villar, María Emilia y Paula Micaela González,
mancilladas y asesinadas a tiros en Cipolletti;
una tal María Rosa Pacheco Balmaceda, envuelta en las tinieblas
y aquella Oriel Briant, profesora de ingles;
la esposa, las hijas y la suegra fusiladas por Barreda;
la joven Carolina Aló, acuchillada mas de cien veces
por un lémur fornicador embriagado de egoismo;
y Patricia Ferrarotti, una chica abogada de Luján,
muerta por un lumpen a cambio
de cinco mil billetes por mandato
del encubierto cliente ilustre;
y Patricia Bonomi y Natalia Cicciolli de quienes muy poco sabemos;
y Janet del Carmen Opazo, muerta a tiros en el sur;
y Ana María Nores y Verónica Chávez y Silvana Caraballo, prostitutas
y la larga lista de compañeras del viejo oficio condenadas al olvido;
la pequeña Brenda Nahir Soraire, a quien la tierra
de una dentellada
se la tragó en Tafí del valle;
a la increíble Florencia Ayelén Möller Rombolá,
el agua engañosa y cristalina le mostró
el légamo asesino y putrefacto
oculto en una piscina multinacional;
la sonriente Fabiana Gandiaga,
que fue violada y golpeada hasta morir;
y la ejemplar Natalia Mellman,
violada y estrangulada por la crápula
crepuscular que la asesinó por pura diversión;
y Edith Elisa Acevedo, muerta con su bebita en brazos
muerta a las 4.30 de la tarde de un balazo policial;
y también está Sandra Oliavetsky, fonoaudióloga
de San Miguel, lanzada a la maquinaria bestial
del acero y del riel, por nada;
y Alejandra Izzo, robada también
y muerta debajo de un tren;
y la dulce Ivana Salazar, que agonizó tímida,
harto menos que por nada,
sin regresar del abismo y del espanto:
ella sólo quería estudiar;
y Norma Martínez Caer, madura
madre muerta por un ladrón
en la puerta de su casa en Castelar,
mansamente muerta de un balazo al corazón;
y María Alejandra Zarza, la madre que no fue madre
porque fue muerta a golpes justo antes de parir;
y esta otra pequeñita Nahir Mustafá;
V.
Fastos del asalto y de violaciones brutales,
de agonías repetidas sobre el cuerpo femenino,
de justicias salvajemente denegadas, equidades
verdaderas demostradas sólo en los vitrales;
estas son las feroces muertes calculadas
el conjuro y maldición perpetua del camino
que recorren eternamente las mujeres
VI.
A la desgracia de los nombres omitidos
(la omisión es parte de la trampa)
que rehuyen aqui y allá, adoloridos
se sobrepone una mayor de fatídica sentencia:
Nadie sabe cuál es la rosa
cuál es la camelia cómo es la orquídea
¡dónde la hoja fraticida segará la prójima flor!
La memoria se pierde en los ojos
oceánicos de Norma Mirta Penjerek
y los piadosos funcionarios de traje
evocarán aquellas pobres putas
muertas y destrozadas en pastizales
cuyos signos no trascendieron demasiado
demasiado saben ellos de ocultar lodazales
VII.
¡Atroz y cíclica es la masacre de mujeres!
Atroz es la congoja, de fuego la furia
y extensa la noche cerrada
por las muertes exactas y precisas
en la eficacia de las manos espurias
Demasiadas son las bocas
que hurgan incesantes y sumisas
en los cuerpos doblemente asesinados:
por el hierro certero
y por el obediente olvido
Es preciso plantar esta secuoya
una voz en lo alto de cada una el follaje
durante mil años esparcirá a los vientos
todos los nombres y los signos del ultraje
y los imperdonables tormentos
de todas las mujeres muertas
Maldonado, Edgardo
Otra vez
la trampa/cacería/mentira/asesinato a sangre fría
León Suárez/Ezeiza/Trelew/treinta mil
Camps/Franchiotti
Se lo buscaron/se matan entre ellos
las fuerzas del orden no usan armas de fuego
(ah bueno)
ni actúan por fuera de la ley
(ah bueno)
únicamente contra los ladrones/subversivos/piqueteros/
en la oscuridad /pozos/ o de dia en las estaciones de tren /mas democrático
lástima las fotos (no les alcanza con Cabezas)
y las filmaciones
y los cuerpos/golpeados/moribundos/sangrados/muertos/acomodados/que risa
Otra vez
cuerpos jóvenes/de barba/ Che/puta morir asi que embole
Ñancahuazú en Avellaneda
testimonio de lucha y dignidad/valientes/queridos compañeros
Como hace años
tantos
Como la puta porfiada esperanza
Maximiliano y Darío
también seguirán estando
Miguel Angel de Boer
Comodoro Rivadavia, Junio, 2002
Corazón con alas
Dentro de un cofre de plata,
encontró una niña,
un corazón con alas.
Estaba envuelto en seda
con listón escarlata.
Era pequeño y agonizaba.
Era tan suave al tacto
que daba miedo rozarlo.
Era tan delicado
que daba miedo mirarlo.
Era un capullo,
una flor palpitando.
Lo tomé entre mis dedos
para acariciarlo,
pero no hubo caso,
su latido ya se había detenido
y sus alas se fueron volando.
María Milagros Roibón
Sobre la revelación y otras luminiscencias humanas
Yo soy el Camino,
revelación de la personalidad;
en arquetípica mentalidad,
apoderado de mi Destino.
Voluctuosa acción,
en laberintescas decisiones;
a modo de eternas lecciones,
provocan una dulce reacción.
Niveles comparables,
de realidades similes;
con necios hombres serviles,
que se muestran soportables.
Polo opuesto atrayente,
con lágrimas, me esperas;
una maternal atmósfera creas,
al imaginarme creyente.
Universo increado,
entre el azar y la incógnita;
atúrdes mi psiques indómita,
al sentir el pasado.
Yo Soy Protagonista,
en un escenario material;
aunque mi sentido neofetal,
al cambio se resista.
Con Humildad trascedentaria,
lo solidario en los creyentes emana;
como una cuestión kantiana,
sin razón humanitaria.
La poderosa magia,
en tus libros sagrados aparece;
como un banquete que se apetece,
pues otro mundo presagia.
Resonancia en los tres planos,
cuatro elementos mundanos;
estilos pentagonales humanos,
deseos y miedos troyanos.
Nazca dérmica, y Alaise radial,
cicatrices curvas o venas rectas;
entre cultos, religiones o sectas,
red de puntos terrenal.
Manifestando euforia febril,
la Gracia tus hombres conservan;
ideas opuestas en hogueras queman,
repitiendo ... ex nihilo nihil.
Por el fuego sagrado pasaron,
en nombre de la Inquisición;
quienes alejados de la redención,
tu doctrina acusaron.
Con calidez entrópica,
los elementales nos gobiernan;
nuestra sumisión ellos anhelan,
mostrándose en retórica.
Ad absurdo demostrable,
las similitudes parabólicas;
de sensualidades exóticas,
ad infinitum perdurables.
Ahogado en lo cotidiano,
freudianamente complejo;
sentimientos como actos reflejos,
creer en Tí, es en vano.
Silenciosas casas astrales,
ocultas en Gerona;
glorifican la Santa Patrona,
con ideas verbales.
Movimientos espirales,
anú o magnetismo;
oscuro abismo,
de partículas elementales.
Yo soy la Eternidad,
con tiempo indefinible;
curvatura impredecible,
primogénita de la Verdad.
Entre orbes incalculables,
y probabilidades cuánticas;
diestras cruces esválticas,
duendes y hadas amables.
Un Baco contemplativo,
al travieso Loki divierte;
de su volatil mente vierte,
un recuerdo reflexivo.
En cuevas uniformes,
salpicadas sobre Gerona;
una conciencia entrona,
a cabalistas conformes.
Molinos quijotescos,
eternos y rectos cuadrantes;
orbe de estrellas errantes,
con rumbos grotescos.
Yo soy pasajero,
en un onírico viaje;
apenas un simple paje,
que aspira a caballero.
Rota tu nombre,
con cartas de Marsella;
la Muerte al Mago sella,
un destino muy pobre.
Casas, signos y celos,
cambiados por el ascendente;
una oposición inocente,
en la vida de los gemelos.
Con café o sobre arena,
se multiplican las mancias;
reviviendo con ansias,
una oscilante pena.
Pleriespíritu mensajero,
con letras y números te cuestionan;
glosolálicas alabanzas entonan,
al rebelde silencio pasajero.
Una tenue separación,
lograda entre el cuerpo y el alma;
respirando con calma,
absorviendo barroca entonación.
Laberinto vaginal,
esferoide oculta y serena;
oscurece la escena,
de protección maternal.
Oscilantes intenciones,
acosando in medias res;
relativizan lo que ves,
con miríadas pasiones.
Verdadera causalidad,
resistente al cálculo;
revelaciones del Oráculo,
que desafían a la Probabilidad.
Civilizaciones reconocidas,
tu promesa adoraron;
al tiempo que mataron,
con intenciones genocidas.
Yo soy el Ser per sé,
de rostro oculto y luminoso;
con un final mortuoso,
para quien verme atrévase.
Armónica signatura,
entre alimeaciones y oposición;
una precognitiva visión,
en edad humana prematura.
Un ejército de inocentes,
templos orientados crearon;
hacia occidente guiaron,
la mirada de los creyentes.
Silenciosas figuras sagradas,
tus fieles servidores simbolizan;
con arquetipos humanos armonizan,
las diez órdenes grabadas.
Si acaso tu primera voluntad,
a Vuestra imágen fue crearnos;
cuando del fruto quisimos alimentarnos,
nos aborrecisteis sin piedad.
Pretendéis que en estos momentos,
con tu arrogante Presencia;
sintamos en tí la clemencia,
entre alegría y lamentos.
Profecías codificadas,
en sistemas numéricos elementales;
que entre el Caos y los Fractales,
parecen bien expresadas.
Un conficto sutil,
entre lo Terreno y lo Celestial;
movilizando lo elemental,
con actitud gentil.
Ricardo Godano
a Leo
Un jardin olvidado
de senderos de estatuas de liquen
de lombrices yertas y lianas de sisal
Un jardin sin tigre
con solo las rayas de la celosia.
Noni Benegas
¿Quien no tiene en esta vida un alma pivotante?
Sin dudarlo nos arrojamos a la placidez de un abrazo.
Hacía tanto que la calidez no penetraba en mis huesos,
que este encuentro me rejuveneció años.
Su rostro alboreaba algunos pliegues
que algún día acentuarían sus rasgos...
Pero sus ojos, los ojos de la ausencia,
seguían formulando las interrogaciones
que penetran la corteza del ser.
En un insignificante silencio del habla,
de fijas miradas,
todo lo que debíamos saber.
Sobrevolaron las imagenes...
Desde los días de la inconsciencia,
de irracionales razones de que nos queríamos convencer,
hasta aquella mutación soberana del instinto
en deseos incontenibles de pertenecer...
códigos de común genética que decíamos tener.
Misterios de esta vida...
o memorias del alma como reminiscencias de otras vidas.
Como fuere,
embriagados de sabiduría de la existencia bebida,
-ni mucha, ni poca... la suficiente-
enlazamos de común destino las sensaciones sublimes del ser
sin asfixiarnos en los soberanos egoísmos que tiene el poseer.
Y aunque lejos los cuerpos y distraídas las mentes...
por ratos, que son meses y hasta años,
siempre retornamos a ese aljibe donde nuestros labios
buscamos de tanto en tanto humedecer...
Siempre!
siempre las mismas contenidas ansias
que calman las agitadas tempestades de nuestras almas
y hasta que nos volvamos a ver...
Reencuentro
Marcelo D. Ferrer
La Plata, Buenos Aires, Argentina.
http://espanol.geocities.com/marcelodferrer/index.htm
.
..>> GRASA SAGRAda <<..
.
.
Es obvio: no hay una historia que no sea parte de otras. Una historia, un suceso, por mínimo que sea, siempre abarca todas las cicatrices que cargamos. Cada experiencia hace que se ponga en duda el universo. Y si no, quizá, nada tendría sentido.
Después seguramente un recuerdo haya cambiado todo.
- I -
Un beso que hormiguea
1.
Frágil golpe de contacto,
júbilo rubio, sustancia devuelta.
¿De vuelta la risa como artificio?
2.
Apurados hicimos un rato
y nos vimos enormes.
3.
“ya no queda nada de la espera” (Spinetta)
4.
Júbilo rubio, sustancia devuelta:
la marca lisa de un país que inventamos.
5.
Sólo ojos sin dios / pueden guiarme / en fe tan ciega
6.
La paz pica en las rodillas.
7.
Lamida extrema.
8.
Los delgados beben sangre oscura,
derraman su olor en el canto.
9.
Parte del derroche es haber estado ahí.
- II -
Ancla kamikaze
1.
Una virgen te respira desde el piso
(su sexo le habla al oído),
va borracha con la torpeza de su amor,
“hace de su piel un suburbio” (p.f.)
2.
Gritar un hijo en un parate, como un ruido más.
3.
Llano el animal.
Bombardeado con cátodos
irrumpe en el grito,
lo agranda...
- III -
Pórtico del desesperanzador
La pesadilla que conviene:
rebuzne oriental, metálico,
para las horas muertas.
Salvador Biedma
tito@lamalapalabra.com
Soy de ciudad
y tengo en la memoria melancólicos grises
y una gotera de angustia en el rellano.
En todos los semáforos hay un ciego esperando
para pasar la calle.
Camino mis paisajes cuadrados y rectángulos
con el vientre preñado de amapolas enfermas.
Me gustan las cajeras de los supermercados.
¡LLamad a una ambulancia!
¡La aurora se desangra de luz en los tejados!
En el tercero izquierda,
donde vive mi vecino sin nombre,
una ventana llora tardes tristes de otoño.
Cuatro paredes blancas me dicen su silencio
y mi silencio calla palabras enjauladas.
A veces me pregunto
¿donde acaba mi barrio y empieza el cementerio?
(parece que estoy vivo;
hay algunas facturas a mi nombre
en el buzón de abajo).
¿Qué más puedo deciros?
Soy de ciudad. Me asustan las arañas.
Ricardo Izquierdo
..............Fragmentos de estrellas al despertar
incrustándose como afilados estiletes en mi cama;
descomponiendo un sueño,
sacando de mi vida todos los principios;
yéndote tú;
habiéndose ido ya él............
Fragmentos de luz antigua disgregándose,
acompañando a esta tristeza de olores y raro sabor
a ausencia.
Toma asiento la melancolía mientras
recojo los añicos de este firmamento incendiado
en mis ojos.
Y
...........Yo me quedo...........
Necesito imaginar,
solicitar permiso para diseminar
nuevamente
el polvo celeste recopilado en instantes
de soledad.
Marta Fernández Bermúdez
Veo el tendido eléctrico
Dejo a los ojos investigar en ese trazo azabache
que delinea un entramado de cables, proyectarse
alrededor de la ciudad
y llego desde él hasta el mar;
.----piélago azulado donde sanear todas las dificultades---
y consigo abrir una brecha en medio de esa masa de agua
y realizo la inmersión lo más aprisa posible
aproximándome siniestramente
a lo más hondo.
Veo una congregación de animales acuáticos acercarse
sostenidos en asimétrico orden,
noto como me miran curiosos,
pero no tengo branquias, soy un mortal;
todavía....!
Y cuando a mis pulmones ya sólo puede llegar
el último aliento
inicio el ascenso a la superficie.
Vuelco todas las energías en mantenerme a flote;
no dejar que el desánimo robe esta coyuntura.
Y veo otra vez las aves de paso dirigirse veloces
hacia ignotos territorios
en los que probablemente nunca estaré.
Veo el tendido eléctrico
como un descomunal haz fibroso alineado.
Veo a los pájaros encaramados a él
contemplar hipnotizados el crepúsculo vespertino.
Veo a la ciudad y sus ruidos enmudecer
y el espacio aéreo alumbrar los primeros astros.
Marta Fernández Bermúdez
Curriculum Literario: Marta Fernández Bermúdez
martahari@ono.com
Género Literario: Novela Contemporánea
“Los oscuros ritmos del sol ”(1998)
Género literario: Poesía :
“La fuerza domesticadora de lo pequeño ”1999 (Poemario)
Poesia “Veo el tendido eléctrico” Seleccionada en programa radiofónico
”tus poemas por las ondas” Radio Nac. de españa, radio3, espacio de la uned.
“Espejos que miran al sol” 2000 (poemario)
“Cielo amarillo”(2201) poemario editado en colección de poesía “voces siilentes” dirigida por sebastián amorós (el persa ediciones)
“Raros teoremas girando alrededor de mi ombligo”2002 (poemario)
Género literario: Guión de comic:
“Ámame dos veces; no importa oir el solnido de la velocidad........ “
En colaboración con dibujante de comic pepe cardona.
Género literario: Relato:
“Vallamos alguna noche a la mansión celeste”
“Las cinco direcciones”
Revista Neoimaginante-poemas
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