Los dueños del látigo

Los perros y los pobres
celebran las negras bolsas de basura.

Pierden los perros.

El horror es una mancha de petróleo
arrojada por los dueños del látigo.

La corrupción tiene cara de hereje.

Los que mandan realizan
fiestas negras en fortalezas privadas.

El ciudadano llora.
Se resigna.
Se pregunta por el mal,
y se aleja de las comisarías.

La danza de los ganadores continúa.

Saben que ni Dios les quita lo bailado
porque es argentino.


Oscar Corbacho


 

        I

La angustia que reflejan
los versos
que han tocado fondo
no es debilidad
sino una fuerza
que habita en lo más hondo
Si hoy convierte
en cenizas
tus sueños
no me culpes en vano
Llámame amigo
Llámame hermano

 

         VI

Sólo una vez
toca la oportunidad
a tu puerta
No debes dejar de abrirla
más que una vez

 

        VII

La mente es laberinto
sin fronteras
Salir
volver a entrar
escapar al más allá
estar aquí
estar allá
abandonar la búsqueda
luchar
o dormir con sueños blandos
Todo eso está en la mente
¿dónde más?

 

Anibal Silvero
De su Libro "Cenizas del Tiempo"

Página del Autor:   http://anibalsilvero.freeservers.com

 


 

En la línea de mi mano
hay una cortada
de pájaros inhabitables

He tratado no mistificar
mi mano
pero han surgido
demasiado,otras
cavidades profundas
que llevo
en el peso
de mi hombro
como una torre
de platos o
ceniceros absurdos

 

Elenatola

 


 

La noche




Toda la noche
indefensa,
de pie,
en tus ojos.

Que nadie
se quede solo.

Andáte
a descansar.

Y a la luna,
antes

de dormir,
que alguien la recoja con amor.


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Un montoncito de luces
parte 33



Horas de noche.

Una muchacha azul vestida con mariposas
se desnuda adelante de mí,
para enseñarme a soñar en la respiración
de la luna que duerme.

 

Fabián Herrero

 


 

Datos Personales: Fabián Herrero.
Santa Fe, 1965. Ha publicado en El Soplo y El Viento n° 5 (ediciones delanada, 1988), Selección poética Santa Fe al norte (Universidad Nacional del Litoral, 1988) y dos libros de poesía: El mundo no parece estar aquí (1998) y Sueños del tamaño de un niño (2000), ambos en Ediciones del Dock. Reside en Buenos Aires desde 1989.

 


 

Poema dedicado a Pablo Trejo Vallejo, médico desaparecido en Mar del Plata, en 1977

 

Hoy, 24 de Marzo
hay un viento que crece
que se enreda
otra vez en los cabellos
y hace volar
los flecos de los ponchos.

Hoy
suena de nuevo
aquella guitarra
las maderas talladas
esos rostros
tan duros y tan hondos
que llevan adentro
la anchura del mundo
y su altura.

¿Cómo hacer, Pablo
para creer de nuevo
para inventar un mundo
del "tamaño de tus sueños"?

Este otoño tiene
tu risa nueva
tu mirada
tiene
los ojos bien abiertos
despojados del agua
de la sal y las lágrimas.

Han pasado los años
y es tan presente
tu presencia:
tanta luz
ha disipado la niebla.

Pablo amigo
de la "ardiente paciencia"
(más temprano que tarde
hubieras dicho)
"entraremos en las espléndidas ciudades"
que soñó Rimbaud
y que vos también
soñaste.

 

Jorge Dietsch


 

Dos de abril

 

Desde dónde
sube la tormenta
y se estrella en témpanos
de sal, en sonoros campos
de trigo y de miel:
mediodía y luz
hecho gris en la memoria

Desde el sur
sube la tormenta
y echa
sombras de naufragios
gris de mediofuego
que espanta
el trigo
y la miel

y más tarde
más tarde
la memoria
se hizo crepúsculo
y gris y tierra y agua
Barro se hizo
Por fin y por principio
barro


Suben desde el sur
con la esmerada paciencia
de sus manos
con los ojos secretos
con el agrio olor de los desiertos

con las voces y el grito
con el arisco retumbo
del silencio.

Vuelven desde el sur
con un trozo
de hielo entre las manos

Con la esperanza helada
con los pies desnudos
con la patria en jirones
con los sueños a rastras

con el viento oculto
entre las ropas.

 

Jorge Dietsch


 

Algo sobre los pájaros

Los pájaros esperan
que los llame
con las campanas
del tenedor barriendo
los restos del plato
Entonces acuden
hasta los árboles del jardín
a una distancia prudente
(aunque ellos saben que yo
ni los encierro ni los como
han aprendido la lección:
el hombre no es de fiar)
Pero cuando me retiro
y ya antes, al dar la vuelta
bajan al pasto
comen y conversan
asienten y disienten
y miran de reojo
al gato que duerme
debajo del limonero.

(¿Sobremesa? ¿Los pájaros? ¿El gato? ¿Ellos y nosotros?


Todas las mañanas de agosto
exactamente
a las cuatro y media
el zorzal me avisa
con su canto potente
que está enamorado.
Le he dicho ya
que el corazón
tiene sus reservas
que no hay por qué
proclamarlo a todos los vientos
del invierno y menos, tan cerca
de mi ventana.
El me ha respondido
que su corazón de pájaro
excede los límites
de su cuerpo
y que el canto
es su manera
de aliviar
tanta alegría.

 

Jorge Dietsch


 

Sólo hoy

 

Hoy voy a escribir algo,
Que no rime, que no entiendan
Todas aquellas personas cuerdas.
Si es que en este mundo, hay
Alguien que aún ignore
Que la tierra gira y gira
Sin importarle, si tu sueñas o despiertas.
Calculo que no queda ya,
Otro ser a mi igual,
Que mil muertes sufra
Y no ansíe más que paz.
Para aquel que no lucha,
Por los obstáculos vencer,
Ni siquiera por lograr
Lo que hasta ayer, fue fe.
Total que más da,
Ya no hay principio ni final,
Solo en algún lugar
Una pobre alma
Que cansada se va

 

María Alvarez

 


 

Suplica

 

El tiempo agoniza,
vulnerable a las horas.
El planeta suplica cambios,
transgrediendo las barreras del silencio.
Y desnudos de piel, nuestras fibras se contaminan
con la inconsciencia de nuestras manos.
Fantasmas en el aire no perdonan,
salpican lágrimas en nuestros huecos
oxidando libremente con su aleteo,
la eternidad.

 

Mary Acosta

 


 

Es eso...

 


la dulzura de tus labios enciende
cada dia mas mi fuego,.
la luz de tu ojos hace que yo
pueda respirar.
tu sonrisa es como la miel que
como todos los dias no se puede
dejarla mucho tiempo porque se termina
perdiendo y lo que menos quiero es perder,
esa bella sonrisa que tanto
me alegra las mañanas aunque
tu amor ya no sea mio
aunque tu corazon tenga ya otra dueña
aunque ya mi luz se halla apagado por el solo echo de tu me has dejado de amar. por un error cometido del cual nunca me perdonaras
pero yo te di mi cuerpo, mi alma , mi corazon lo unico que te entragare ahora seran las lagrimas de dolor que derramo cada dia por ti.

 

Barbara Calcagno

 


 

Pienso en ti


pienso en ti dia y noche
intento olvidarte, pero me es imposible
busque en otros lo que tu me dabas
mire alrededor y ya no estabas

pienso en ti en cada beso
pienso en ti, mirando la luna
y no puedo parar de dejar de pensar
en tu dulce amor.

trate de olvidarte, trate de arrancarte
pero una persona me hizo entender que el amor no se arranca
no se olvida ni se transforma,

simplemente se vive, algo que los humano no saben y cuando se dan cuenta de que tuvieron el amor adelante, ya no esta , ya se fue,...........

 

Barbara Calcagno


 

Borges

 

Símbolo del yo buscando el contrapunto hacia sí mismo
por no interesarle madurar de escepticismos
alternaba igual que en una rosa el pétalo y la espina
el brillar de ninfas con malevos tajeando antagonismos.
Penitente inclaudicable de forjadas tentaciones
día a día incursionaba vastedades de culturas
y lo dijo implícito en su poema de los dones
que debió oír los libros que la noche le hizo oscuros.
Pero no brotó sólo de letras el total de su portento
que volcó en sin igual brillo a mundiales traducciones;
el amor por Buenos Aires que acunó su nacimiento
le hizo andar por sus barriales que también fueron pasiones.
Y fraternizando patria criolla con lecturas y suburbios
su pluma fue poética,
lúdrica en ficciones de ajedrez, espejos, laberintos,
trenzada con punzantes creaciones metafísicas
y milongas de malevos con cuchillo siempre al cinto.
Habitual creador de cuentos con finales ya previstos
no abdicó de epilogarlos en completos imprevistos
ni argüía ideas sin cambiarles a la postre su sentido
y disfrutaba mutando lo mal ganado en bien perdido.
Experto en sincronizar creaciones y sorpresas
que articulaba imaginando impredecibles las ficciones,
pobló a los continentes con la marca de su huella
y sin buscarlas generó mundiales devociones.
Y no le fue otorgado el Nobel porque aquellos que eran electores
fueron presa del dogma que cierra sus puertas al criterio
cegándolos en lugar de vestirse como libres juzgadores
y extender sin límites sus mentes para hacer un justo y cabal pronunciamiento.

 

Juan Carlos Achiary
La Pampa Santa Rosa
E-mail del autor


 

 

¿Muerdo o no el anzuelo ?

 

Cada vez que me decido
luego dudo.
Soy exponente del dudar
si lo crudo está cocido
o lo cocido un poco crudo
y siempre divago sin un rumbo.
Espero aunque sea larga la espera
que surja un taumaturgo
y me convierta en un incorregible
del no temer al desacierto
y que decida
sin quedarme saltando entre las dudas
si muerdo del amor o no
el anzuelo.

 

Juan Carlos Achiary
La Pampa Santa Rosa
E-mail del autor


 

Aquel verso y el armario

¡Ha pasado tanto tiempo!
¡Tantos años han pasado!
que aunque quiera verlo nuevo,
aquel verso que he guardado,
es un pálido reflejo
y me cuesta rescatarlo.
Me lastima y ya no puedo
verlo así tan ermitaño
se me esconde en los cajones
del antiguo y viejo armario.
Su figura memoriza
el tiempo de sol y nuevo,
de ternura escandaliza,
¡corazón de terciopelo!
Como gorrión aletea
se arrincona separado,
no es cobarde ni es mezquino,
¡es artista enamorado!
¡Ha pasado tanto tiempo!
¡Tantos años han pasado!
y se ha hecho tan amigo
del antiguo y viejo armario,
que ha pasado a ser de él
aquel verso que he guardado


Isabel Birriel

Nacida en Uruguay, está radicada en Posadas, Misiones, Argentina, desde hace mucho tiempo. Publicó "Casi coplas en trío" (en colaboración), así como "Barrancas de chocolate" y "Toboganes de vainilla", éste último a través de la Editorial Universitaria de Misiones.


 

Invenciones


No se inventa un recuerdo
a veces se lo guarda mil años
lo tapan las pirámides lo protegen del polvo
se lleva en la piel a todo instante
no despega alcohol esponja o lija
Algunos entrecanos guardan formas extrañas
laberintos de siestas engrasados de noches
manoseados sus tonos si disgusta su canto
Se acicalan en mares embrujados
no desean gastarse empecinan de espejos
Y cuando pasa el tiempo
(el tiempo es quien nos pasa)
re-inventamos
re-cuerdos
damos cierto lo incierto
apenas dibujamos
un punto quizás tilde o diéresis
es tanta la certeza
que se nos va la vida


Francisco Rodríguez


 

Mas bien diría




Esta quietud envejece y es mentira
que uno sea como árbol
que crece desde adentro más
bien diría que se va pudriendo
para el otro lado o que acaso
ese lapacho en flor no sea lo que
marca la primavera es agosto aquí
pleno de invierno no es cierto
lo del sol dando las vueltas
al reverberar éste planeta no
puede ubicar palabras rotas
en marte su silencio enterrando
metales sondeando el rojo no
crece el Paraná en Noviembre o
Marzo hoy desborda risotadas
de pronósticos el que pronostica calla
el que promete muere las carnes
se aflojan dientes sueltan su hueso
el ojo cega con más luces y vivas
el aire está caliente y transpira
me apresura un granizo consigue
la basura estar de fiesta en calles
y los señores jueces no hay muerto
al muerto detrás de chaperíos
dice todos unidos triunfaremos
la topadora va y camino hacen bosta
la noche y otra vez a la vuelta
de la esquina un beso hace perder alientos

 

Francisco Rodríguez


 

Datos Personales:Francisco Rodríguez

Nació en 1950 en Rosario; reside desde 1976 en la provincia de Entre Ríos, en Paraná. Psicólogo. Ha publicado: Un reino se ha perdido, U.N.E.R./Munic. C. del Uruguay/Museo del Dibujo y Grabado de la Prov. Entre Ríos (1994). Poemas en la antología Quemar las Naves II, Agremiación de Profesionales de la Educación de Formosa (1994); Poemas, en poetas y prosistas argentinos, T. II, Sol editora argentina (1997). Poemas, 2da. Muestra de autores paranaenses. Edic. Libre Pensamiento. Paraná (1997). Poemas, íd., 1999 y Antología de poemas éditos 1993-99, 1999.

 


 

La estrecha senda inexcusable
(primera parte)

I

Echaste a andar
camino de la nada
y aún esperas
una crisálida de bronce
un apogeo
que sabes no ha de llegar

Echaste a andar
(te habían dicho que los hombres no lloran)
a tientas
y alguien te disparó desde las sombras
una ráfaga vertiginosa
de soledad innominable


II

¿Adónde irás, pequeño
ángel mendigo de sol y de silencio?
¿Acaso han de juzgarte las estrellas
por haber merendado sonrisas de oreja a oreja
de simpáticos vendedores a comisión
de sepulcros llameantes metalizados en gris?
¿Quién te buscará entre las paginas amarillentas
de un polvoriento libro de poemas?
¿Qué será de tus juegos infantiles
archivados en la noche de los tiempos?
¿Adónde irás cuando el sol te abandone
y te arrebaten el silencio que te acompaña?
¿Adónde con tu soledad de vampiro?
¿Dónde sepultarán tus trenzas imaginarias
de astronauta abandonado entre las flores?

Tu expresión conspirante de una juventud negada,
la huella imperdonable del trabajo,
el polvo y el sudor y el esfuerzo rutinarios,
la sonrisa triste de tus labios resquebrajados,
¿Adónde irán? ¿Adónde
desesperadamente viejos y cansados
nos conducirás cuando tus manos encallecidas
no puedan ya elevarse sobre nuestras cabezas
y tu voz oscurecida no pueda ser escuchada
ni aun por aquellos escasos oídos que en la tarde
se postraban ante tus vírgenes quimeras
haciendo del espacio un bosque fiero
donde escapar contigo del asfalto?

¿Quién besará tus labios más allá de la noche?

Antes serás demonio sobre el sueño
pero cada despedida es una paletada de tierra
y crepúsculos tormentosos se ciernen amenazantes
sobre nosotros los desesperados
soñadores de galaxias entrelazadas.


III

Ahí te quedarás vencido inútilmente
ahí apagado siempre con tu soledad por medalla
con tu gesto repetido de fumador incansable
y tu triste sonrisa por única victoria

Mirando por los ventanales
los trenes abarrotados los yermos amarillentos
la vida en fin transcurriendo
entre lluvia camino viento y polvo

Sin mentiras
En pie

Pero una inmensa soledad ahogándote
llevando hasta tus venas la tristeza
tu tristeza de anciano abandonado
la tristeza del tiempo transcurrido
que amontonó en tus ojos la derrota
como un rosal de flores ya marchitas

Amigo anciano perdido sobre el barro
sin una voz amiga entre las nubes
sin un recuerdo apenas
de esa niñez tan muda, tan lejana
de esa juventud de acero que quedó...

Ahí te quedarás
desnudo
con tu voz ahíta de esperanza
con tu fe acariciando el alba
con tu sol marchito por las balas
con tu sed que nunca fue colmada
con tu nada
con tu nada
con tu nada


IV

Eterna soledad de polvo errante
eterno estremecerse en vano
asir desesperadamente un copo de ternura
que al cogerlo se diluye suavemente
dejando entre los dedos sólo un triste recuerdo
un último labio

Eterna omnipresencia del silencio
aferrándose a las más recónditas oquedades
de una existencia como de sombra...


                           ***


Todos los caminos recuerdan tus manos
agazapadas siempre en los bolsillos
palpando el vacío.

El vacío...

Ya nunca olvidarás aquellas manos
que alguna vez descansaron en las tuyas.
Ya nunca olvidarás. Ya nunca.

Pero es amargo el recuerdo de lo perdido.
La niebla oculta todo con su cortina espesa.
Mañana el viento barrerá las calles.

Pero ni la niebla ni el viento pueden borrar
la tristeza de tus ojos apagados,
la eternidad de la derrota.


V


Su voz
es un fantasma boreal, su pelo
un rebelde cometa clandestino.

Sus ojos, un abismo.

Una ráfaga triste su mirada.

Una nube su cuerpo.
Su alma...
No preguntéis por su alma.
La primavera yace
tendida entre cien párpados confusos.
Nadie la toca
nada
parece haber cambiado.
Sólo la aurora sabe.


VI

Las luces de la ciudad le señalaron con su frío dedo
y los helados de vainilla le aviolentaron por última vez.

Se ha ido.

Hubo algunos que dijeron haberle visto
cuando marchaba lento hacia las nubes.

Él, que anunció el ocaso de las avenidas.
Él, que platicó con las paradas de los autobuses.
Él, que interrogó mojados bancos de los parques.

- No amanecido Hombre, le secuestró la brisa,
le secuestró el silencio,
sólo quedó su cuerpo explosionado -

Él, que cerró los ojos de la hormiga asesinada.
Él, que cantaba a coro con los astros celestes.
Él, que convirtió en abismos insondables los asientos del metro
y en telarañas concéntricas las ventanillas de los trenes.

- En vísperas de Ser, olvidó la palabra,
olvidó la sonrisa,
le construyeron llanto escarcha hielo -

Él, que sedujo cristales de grandes almacenes,
que habitó con su música la noche
y acusó de alta traición a los semáforos en ámbar.
Él. El enemigo de las oficinas,
el hermano de la zanja y el barbecho,
el hijo de la sangre y el tejado y la fábrica y el verso
se ha marchado esta noche
para siempre.
Ahora los gatos lloran.

 

Borao Llop, Sergio


 

El primer día que fui niño

El primer día que fui niño
fui hombre.

Se nublaron mis ojos
y me ahogaron los gritos
tomándome las manos.

“Eres el hombre de la casa”,
me dijeron,
y yo,
sentado sobre las faldas de mi madre,
aún no alcanzaba el piso.

Mi pequeño puño,
con dolor,
golpeó la mesa.

Se entristecieron mis piernas,
los duendes partieron,
y los juguetes callaron...

Los payasos,
abandonaron las risas,
los disfraces,
se vieron tontos,
y los muñecos:
cerraron sus ojos.

Solo los diminutos soldados se movieron.

Todavía los recuerdo...
Enarbolaron blancas banderas.
No querían más guerras.
No querían más muertes.

El primer día que fui niño
fui hombre.

 

Gonzalo Escribano Tejerina


 

Datos del Autor:

 

El poeta misionero Gonzalo Escribano Tejerina fue galardonado con el primer premio del concurso internacional de poesía Gabriela Mistral el pasado 28 de septiembre en la ciudad de Londres.

El concurso, que contó con el auspicio y la organización de la Embajada de Chile ante Reino Unido, el Instituto O’Higginiano de Londres y la revista R.S. Magazine, estuvo abierto a poetas de todas las nacionalidades con el sólo requisito de que los poemas enviados estuviesen escritos en castellano y se encontrasen inéditos.

El jurado estuvo compuesto por Eliseo Vera, poeta chileno radicado en Londres, autor de “English Anthology Poetry Guild” y “Voces-Silencios”; la poetisa peruana Sofía Buchuck, autora de “Speaking in other tongues” y el CD “Guirl of the rain” y Moisés Castillo, poeta peruano autor de “Cosmos” y “En el jardín de las máscaras”.

La ceremonia de premiación tuvo lugar en el London Irish Centre de la ciudad de Londres, en el conocido barrio Camden Town, en el marco de la fiesta nacional de Chile. Escribano Tejerina recibió el primer premio por el poema “El primer día que fui niño”, en manos del Sr. Walter Reed director de la revista R.S. Magazine. En tanto que el segundo galardón fue para una poetisa chilena quien envió sus obras desde el país trasandino. Durante la entrega de premios el jurado expresó su satisfacción respecto al nivel y a la gran cantidad de participantes de distintos países de habla hispana. Escribano Tejerina se hizo acreedor de una suma de dinero y el derecho a la publicación del poema ganador en una antología de próxima edición, además de un diploma de honor y un premio sorpresa.

Escribano Tejerina, autor de los poemarios “Despedaza tus rocas” (1999) y “Encuentros” (2001), se encuentra radicado en Europa desde hace tres años. Entre sus futuras actividades, tiene previsto asistir al Primer Seminario Literario para escritores de Habla Hispana en la ciudad de Londres, organizado por el Centro Cultural Salvador Allende, donde fue invitado a realizar una ponencia. Al ser consultado sobre sus obras actuales comentó que se encuentra escribiendo una serie de relatos con un tinte tragicómico.

Cuando estuvo radicado en la ciudad de Bruselas (Bélgica) presentó sus poemarios en el ciclo de los “Mardies de la poesie”, que reunía a escritores y diversos artistas con el fin de difundir las diversas expresiones de la cultura latinoamericana.

 


 

Día de silencio

todo mi cuerpo deselemental
se desmorona
mi convexo bienestar
aúlla
fisonomía BarbiCienta
se hunde
pliega
a mis huesos
áridos
que veo
detrás de la carne
azulina
azulnoche
putrefacta
desflorece
al intento de ser
deglutida.

 

Cichetto, Carolina Barbie